viernes, 3 de septiembre de 2010

Trastorno del Pánico

¿Qué es el trastorno del pánico?


En los primeros episodios estos síntomas generalmente se presentan sin motivo aparente y luego se agregan crisis asociadas a situaciones o lugares (por ejemplo, salir o quedarse solo, espacios encerrados o con mucha gente). Como consecuencia de lo anterior, es común que las persona se sienta preocupada por volver a tener una crisis y experimente una tendencia por evitar situaciones o lugares que se perciben asociadas al riesgo de nuevas crisis. Esta vivencia es en extremo desagradable y se acompaña de miedo intenso y un impulso irresistible a huir o buscar ayuda. Como consecuencia de las crisis se produce un estado de temor a que estas se repitan llamados ANSIEDAD ANTICIPADA. La mayor parte de las oersonas afectadas desarrolla conductas de evitación, a las que llamamos AGROFOBIA y que tienen por fin no exponerse a situaciones que se asocian con un mayor riesgo de nuevas crisis de pánico.


¿A quiénes afecta?


Se estima que al menos un 3% de la población, alrededor de medio millón de personas en Chile, se verán afectadas por este problema en algún momento de sus vidas. El transtorno de pánico suele comenzar entre la secunda y la tercera década de la vida, aunque puede presentarse en personas de cualquier edad, incluso en niños. Es dos a tres veces más frecuente en mujeres que en hombres. El transtorno de pánico afecta con mayor frecuencias a personas que también padecen de enfermedades del ánimo como depresión o bipolaridad, y de otros trastornos por ansiedad, como ansiedad generalizada, ansiedad social y estrés post traumático.

- ¿Cuáles son los principales síntomas?

Síntomas Neurovegetativos
*Mareo. inestabilidad o vacío en la cabeza.
*Temblores o calorios.
*Sensación de debilidad o temor a desmayarse.
*Sudoración.
*Parestesias (hormigueo o adormecimiento).
*Oleadas de frío o calor.

Síntomas Digestivos
*Náuseas o malestar abdominal.

Síntomas Emocionales
*Temor a morir.
*Temor a perder el control o enloquecer.
*Sensación de irrealidad, no sentirse uno mismo, o sentirse "despegado de si mismo".

Síntomas Cardiovasculares
*Palpitaciones, latidos intensos o aceleracion del pulso.
*Malestar u opresión en el pecho.

Síntomas Respiratorios
*Sensación de falta de aire o sofocación.
*Sensación de ahogo.


¿Cuáles son las características del trastorno de pánico?



Esta enfermedad comprende tres elementos principales:



Crisis de Pánico Recurrente:

Constituyen la principal manifestación de trastorno. Se caracterizan por ser episodios de angustia de intensidad extrema, inicialmente de comienzo brusco y sin motivo aparente, con intensos síntomas físicos, asociados a sensaciones de muerte, terror o descontrol. Con el curso de la enfermedad también se presentan crisis de intensidad limitada, del tipo que el paciente siente que "puedo controlar". Estas crisis leves tienen gran importancia en la evolución de la enfermedad, ya que suelen pasar desapercibidas, y de este modo favorecen la persistencia de síntomas residuales y luego de recaídas.


Ansiedad Anticipatoria:

Estado de preocupación casi permanente, por temor a que las crisis se repitan.

Aparece o aumenta su intensidad cuando debe enfrentarse una situación temida y puede llegar a ser el síntoma que más sufrimiento produce, ya que acompaña a la persona de un modo continuo



Conductas de Evitación (Agorafobia):

Se intenta evitar situaciones o lugares que se asocian con nuevos episodios, o bien, con la dificultad de huir o recibir ayuda oportuna en caso de una nueva crisis, Ejemplos comunes son evitar salir o viajar solo, espacios cerrados, muy concurridos o aislado, reuniones sociales, usar transporte público y cruzar túneles.


¿Cuáles son las causas del trastorno de pánico?



Biológicas:

Existen numerosas evidencias que apoyan la existencia de una desregulación de funciones de Sistemas Nervioso Central, específicamente en una estructura llamada amígdala y que se sabe regula la respuesta al miedo. Asimismo, existe una predisposición familiar a presentar el problema. No se hereda la enfermedad sino una mayor suceptibilidad a enfermar.

Ambientales:

La mayor parte de las personas que sufren trastorno de pánico han experimentado situaciones de vida relacionadas con pérdidas, abandono, separaciones, u otros eventos de la vida significativos, previas al inicio de los síntomas. Estos mismos antecedentes se pueden identificar en la infancia o adolescencia de las personas afectada.

Psicológicas:

Las personas con trastorno de pánico parecen tolerar con mayor dificultad situaciones en las que se ven amenazadas sus relaciones interpersonales importantes. Suele existir el antecedente de un estilo familiar aprensivo y sobre protector. Además, al presentar crisis de pánico, produce gran inseguridad y dependencia, incluso en personas previamente muy bien adaptadas.


Tomando en consideración lo anterior, el trastorno de pánico puede ser entendido como una enfermedad, en la cual un sistema de alarma del organismo se encuentra más sensible, favorecido por factores biográficos y ambientales.


¿Qué factores pueden facilitar la ocurrencia de una crisis de pánico?



Consumo de cocaína y marihuana

Consumo excesivo de alcohol

Síndrome de privación de alcohol

Consumo de "pastillas para adeldazar"

Consumo excesivo de cafeína(café y bebidas cola)

Consumo tabaco

Enfermedades físicas de la tiroides, bajas bruscas de la presión arterial o la glicemia, asma bronquial y trastornos del ritmo cardíaco

Ejercicio físico extenuante

Trasnochar en exceso

Situaciones de vida muy estresante


- ¿Cuál es el tratamiento para el trastorno de pánico?


Los tratamientos efectivos para el trastorno de pánico deben incluir medicamentos específicos, formas particulares de psicoterapia y una adecuada educación acerca del trastorno. La combinación de estos tres tratamiento produce los mejores resultados, aliviando a la gran mayoría de las personas afectadas.


En una primera etapa es esencial un adecuado uso de fármacos para corregir la desregulación biológica característica de este trastorno. Desde el punto de vista psicoterapéutico, el objetivo de tratamiento es superar los temores creados a partir de los ataques de pánico y, fortalecer las vulnerabilidades psicológicas que puedan haber contribuido al desarrollo del trastorno.


La mejoría inicial generalmente se consigue en un período de tiempo breve, aproximadamente de seis a ocho semanas. Sin embargo, es necesario que se mantenga el tratamiento con medicamentos por lo menos 1 año, a fin de evitar recaídas y lograr una erradicación total de los síntomas.

Si el trastorno de pánico no es tratado adecuadamente puede agregarse, de modo que se torna cada vez más invalidante para la persona afectada. Puede haber períodos de mejoría espontánea, pero este trastorno no se cura si no se reciben los tratamientos indicados.



Un tratamiento completo e integral, que incluye adecuadas medidas de auto cuidado, contribuye al alivio de las molestias y mejora el pronóstico a largo plazo.

La constancia en el cumplimiento de todas las metas es esencial para un buen resultado final.

La suspensión prematura del tratamiento, con presencia de síntomas residuales, es una de las principales causas de recaídas posteriores. Por tanto, cumplir las indicaciones es fundamental para una recuperación completa.

¿Qué factores pueden causar recaídas del trastorno de pánico?



Síntomas propios de la enfermedad que no hayan sido tratados totalmente, por ejemplo, crisis de pánico leves y conductas de evitación

Presencia de alguno de los factores de riesgo(punto 6), por ejemplo, disfunción tiroídea o tabaquismo

Factores psicológicos que no hayan sido resueltos, por ejemplo, duelos no elaborados suficientemente


- ¿Cuáles son las medidas de autocuidado más importantes para manejar el trastorno de pánico?

Es imprescindible informarse y conocer las características del trastorno de pánico, su evolución y tratamiento. Adquiriendo esta información y las herramientas necesarias para manejar el trastorno de pánico, mejorará su calidad de vida. (En la pregunta 10 y 11 nos referimos a estas medidas).


- ¿Qué ayuda a enfrentar una crisis de pánico?

Definir que los síntomas son una forma de angustia. En lugar de pensar "Está a punto de pasarme algo muy grave", decirse a sí mimo "Lo que tengo es una crisis de angustia".

Entender que la experiencia de la crisis de pánico puede ser muy desagradable, pero no es peligrosa ni involucra riesgos vitales inmediatos.

Recordar que la angustia es un fenómeno auto-limitado en el tiempo; tiene un principio y un fin predecibles.

Reconocer que la duración de una crisis de pánico puede ser mayor o menor dependiendo de la actitud con que se enfrente. Las fantasías, temores y pensamientos catastróficos hacen que se agraven los síntomas.

Comprender que al detener los pensamientos asociados al miedo, los síntomas de pánico comienzan a disminuir

Intentar aceptar la crisis y esperar que pase, ya que así durará menos que al huir de ella.

Aceptar que es legítimo ayudarse de fármacos apropiados, con el fin de acortar o prevenir una crisis.


- ¿Qué hacer cuando un miembro de la familia sufre una crisis de pánico?

Informarse acerca del trastorno de pánico a través de profesionales especialistas y literatura específicas.

Aceptar que es una enfermedad, que consiste en crisis intensas de angustias, ansiedad anticipatoria y conductas de evitación.

Reconocer que es una enfermedad que requiere tratamiento especializado y conductas de autocuidado.

En una primera etapa del tratamiento, incentivar el compromiso y cumplimiento de las indicaciones médicas.

En una etapa posterior del tratamiento, y en acuerdo con el terapeuta, estimular el enfrentamiento de los miedos y temores según el ritmo de cada persona, reforzando los avances aunque sean pequeños.

Tener una conducta acogedora y serena, sin contagiarse con la urgencia de la situación.

Entender que la persona está realmente asustada, pero señalarle que la crisis no es peligrosa ni involucra riesgo de vida.

Fuente:
Psicomedica.cl

viernes, 6 de agosto de 2010

Trastorno Obsesivo-Compulsivo

Trastorno Obsesivo-Compulsivo

El trastorno obsesivo-compulsivo (T.O.C.) es un trastorno perteneciente al grupo de los desórdenes de ansiedad (como la agorafobia, la fobia social, etc). Considerado hasta hace algunos años como una enfermedad psiquiátrica rara que no respondía al tratamiento, actualmente es reconocido como un problema común que afecta al 2% de la población, es decir, a más de 100 millones de personas en el mundo. El descubrimiento de que algunos fármacos son eficaces en el tratamiento del T.O.C. ha cambiado el punto de vista que se tenía de esta enfermedad. Hoy no sólo existen terapias eficaces sino que también hay una gran actividad investigadora sobre las causas que producen esta enfermedad y una búsqueda de nuevos tratamientos.


Una persona con T.O.C. se da cuenta de que tiene un problema. Normalmente, sus familiares y amigos también se dan cuenta. Los pacientes suelen sentirse culpables de su conducta anormal y sus familiares pueden enfadarse con ellos porque no son capaces de controlar sus compulsiones. Otras veces, en su deseo de ayudarles, pueden aparentar que los síntomas no existen, justificarlos o, incluso, colaborar en sus rituales (acción que se considera contraproducente).

Los síntomas y la importancia que implica el T.O.C. pueden presentarse a cualquier edad a partir de los 6 años [cita requerida] y pueden producir una importante discapacidad: la OMS lo incluye entre las 20 primeras enfermedades discapacitantes con una prevalencia del 0,8% en los adultos y del 0,25% en niños y adolescentes, y entre las 5 enfermedades psiquiátricas más discapacitantes [cita requerida]. Las personas que padecen T.O.C. no son enfermos mentales per se, y deben ser tratados con la mayor ética profesional.

Definición

El trastorno obsesivo-compulsivo (T.O.C.) es un síndrome psiquiátrico perteneciente al grupo de los desórdenes de ansiedad caracterizado por:


*Obsesiones: son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que son egodistónicos, es decir, que no son experimentados como producidos voluntariamente, sino más bien como pensamientos que invaden la conciencia y que son vividos como repugnantes o sin sentido. El enfermo realiza intentos para ignorarlos o suprimirlos, a veces sin conseguirlo.

*Compulsiones: son conductas repetitivas y aparentemente finalistas, que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada. La conducta no es un fin en sí misma, sino que está diseñada para producir o evitar algún acontecimiento o situación futura, relacionados con la obsesión en cuestión, por lo que su realización reduce la ansiedad provocada por la última. Sin embargo, o bien la actividad no se halla conectada de forma realista con lo que se pretende impedir o provocar, o bien puede ser claramente excesiva. El acto se realiza con una sensación de compulsión subjetiva junto con un deseo de resistir a la compulsión, por lo menos inicialmente. Por lo general, el individuo reconoce la falta de sentido de la conducta (algo que no siempre ocurre en niños pequeños) y no obtiene placer en llevar a cabo esta actividad, aunque ésta disminuye la ansiedad provocada por su obsesión. En las personas que sufren este tipo de desorden, el pensamiento aparece dominado por una idea intrusiva o secuencia de ideas, que buscan apagar con comportamientos rituales, casi siempre muy caprichosos. Son plenamente conscientes de su trastorno, que es vivido como un malestar y puede estar asociado a un sentimiento de culpa o de vergüenza.

*Las obsesiones y las compulsiones: son una fuente significativa de malestar para el individuo o interfieren en su funcionamiento social.
*No debe confundirse con los desórdenes fóbicos.
*El trastorno obsesivo-compulsivo estadísticamente es igual de frecuente en varones que en mujeres.

Tipos de Trastornos Obsesivos Compulsivos.
 
Dentro del T.O.C. se pueden diferenciar como más comunes:


*Lavadores y limpiadores: son personas a las que carcomen obsesiones relacionadas con la contaminación a través de determinados objetos o situaciones.

*Verificadores: son personas que inspeccionan de manera excesiva con el propósito de evitar que ocurra una determinada catástrofe.

*Repetidores: son aquéllos individuos que se empeñan en la ejecución de acciones repetitivas.

*Ordenadores: son personas que exigen que las cosas que les rodean estén dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas.

*Acumuladores: coleccionan objetos insignificantes, de los que no pueden desprenderse.

*Ritualizadores mentales: acostumbran a apelar a pensamientos o imágenes repetitivos, llamados compulsiones mentales, con el objeto de contrarrestar su ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones.

*Numerales: buscan sentido a los números que les rodean; sumándolos, restándolos, cambiándolos hasta que les da un número significativo para ellos.

*Filosofales: Con tendencias algo inciertas. Viven en un proceso metafísico del que no pueden desprenderse. Incompatibles con los numerales.

*Atormentados y obsesivos puros: experimentan pensamientos negativos reiterados, que resultan incontrolables y bastante perturbadores. No obstante, a diferencia de quienes sufren los demás tipos de T.O.C., no se entregan a comportamientos reiterativos de tipo físico, sino a procesos reiterativos únicamente mentales.

*Sexuales: pensamientos sexuales recurrentes, abarcan todas las particularidades y conductas sexuales, como: ideas infundadas sobre tener disfunciones sexuales o no ser apetecible.

*Orientación Sexual: es el Trastorno Obsesivo Compulsivo que se refiere específicamente a dudas, ideas fijas y compulsiones acerca de la homosexualidad. Enlace externo:
 
Causas de los síntomas del T.O.C.
 
Varias teorías sugieren una base biológica para el trastorno, y actualmente una serie de estudios está explorando esta posibilidad. La Tomografía de Emisión Transaxial de Positrón (T.E.T.P.) y otras técnicas de representación del cerebro han sugerido que pueden existir algunas anormalidades en el lóbulo frontal y en los ganglios basales que influyen en los síntomas del T.O.C. Meta-análisis recientes de los estudios de voxel-based morphometry que comparan personas con T.O.C. y controles sanos han encontrado que las personas con T.O.C. presentan un aumento bilateral del volumen de sustancia gris en los núcleos lenticulares, extendiéndose a los núcleos caudados, mientras que una disminución del volumen de materia gris en los giros frontal medial dorsal/cingulado anterior bilaterales.[1] [2] Esto contrasta con los hallazgos en personas con otros trastornos de ansiedad, que presentan una disminución (en vez de aumento) bilateral del volumen de sustancia gris en los núcleos lenticulares / caudados, mientras que también una disminución del volumen de materia gris en los giros frontal medial dorsal/cingulado anterior bilaterales.


Otros estudios parecen indicar que pueden estar implicadas anormalidades en ciertos neurotransmisores (los mensajeros del cerebro). Uno es la serotonina, que se cree ayuda a regular la disposición de ánimo, la agresión y la impulsividad. También es el encargado de mandar la información de una neurona a otra, proceso que parece ser está "ralentizado" en las personas con T.O.C. Las neuronas que responden a la serotonina se encuentran en todo el cerebro, pero especialmente en los lóbulos frontales y en los ganglios basales.

La concentración cerebral de serotonina es mayor en los varones que en las mujeres.[cita requerida] Esto hace que los psicofármacos (como un Inhibidor de la recaptación de serotonina, I.S.R.S.) actúen mejor en ellos.

Últimos estudios revelan que, aunque el nivel de serotonina sea mayor en los varones, no es reflejado en el T.O.C ya que la incidencia de este trastorno no se ha analizado correctamente bajo las bases del IIS.



 Tratamientos del T.O.C.
 
Las investigaciones clínicas y los experimentos que se llevan a cabo han generado información que ha favorecido el uso de tratamientos tanto farmacológicos como cognitivo-conductuales que pueden beneficiar a la persona con T.O.C. A un paciente le puede favorecer significativamente una terapia conductista (generalmente aquellos en los que predominan las compulsiones), mientras que otro puede beneficiarse de la farmacoterapia (normalmente recetada a pacientes en los que predomina un trastorno obsesivo incapacitante). Otros pueden usar tanto medicación como terapia conductista. También hay quien puede empezar con medicación para ganar control sobre sus síntomas y entonces continuar con terapia conductista. El tipo de terapia debe ser decidido por el psiquiatra o psicólogo clínico que diagnostique el trastorno, en cualquier caso.



Psiquiatría: farmacoterapia

Diversas pruebas clínicas han demostrado que aquellos medicamentos que afectan la serotonina (neurotrasmisor) pueden reducir significativamente los síntomas del T.O.C. El primero de estos psicofármacos, específicamente aprobado para su uso en el tratamiento del T.O.C., fue el antidepresivo tricíclico clomipramina (Anafranil*).


Los psicofármacos de segunda generación, que son los utilizados hoy en día, se llaman Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (I.S.R.S.). Algunos de ellos son fluoxetina (Prozac), fluvoxamina (Dumirox o Luvox) y paroxetina (Neurotrox o Seroxat). Otro que ha sido estudiado en pruebas clínicas controladas es sertralina (Zoloft o Besitrán). Estudios extensos han demostrado que estos medicamentos favorecen, al menos ligeramente, a casi el 80% de los pacientes. Y en más de la mitad de los casos, la medicación alivia los síntomas del T.O.C. al disminuir la frecuencia e intensidad de las obsesiones y compulsiones. La mejoría por lo general lleva dos semanas o más.


Si un paciente no responde bien a uno de estos medicamentos, o tiene efectos secundarios inaceptables, otro I.S.R.S. puede dar una respuesta mejor. Se están haciendo investigaciones sobre el uso de un I.S.R.S. como el medicamento principal y uno de otra variedad de medicamentos como un aumentador para pacientes que sólo son parcialmente sensibles a los ISRS. La medicación es útil en el control de los síntomas del T.O.C. pero a menudo, si se deja el medicamento, sobreviene una recaída. De hecho, aun cuando los síntomas han disminuido, la mayoría de las personas necesitará medicarse indefinidamente, quizás con una dosis menor.


Psicología: terapia de E.P.R. y terapia cognitivo-conductual


Un método específico psicológico llamado Exposición y Prevención de Respuesta (E.P.R.) es efectivo para muchas personas con T.O.C., especialmente en aquellas con rituales conductistas. Mediante este método el paciente se enfrenta, deliberada o voluntariamente, al objeto o idea temida, ya sea directamente o con la imaginación. Al mismo tiempo, el paciente es alentado a evitar sus rituales con apoyo y medios provistos por el terapeuta, y posiblemente por otros que el paciente reclute para asistirle.


Por ejemplo, un paciente que se lava las manos compulsivamente puede ser alentado a tocar un objeto que cree está contaminado y luego la persona es instada a evitar lavarse durante varias horas hasta que la ansiedad provocada se haya reducido en gran parte (la ansiedad baja con el paso del tiempo, aunque el paciente crea lo contrario). El tratamiento se empieza por una compulsión que provoque poca ansiedad en el paciente, y una vez superada ésta, se pasa a la siguiente, y así paso por paso, guiado por la habilidad del paciente a tolerar ansiedad y controlar los rituales. A medida que progresa el tratamiento, la mayoría de los pacientes gradualmente sienten menos ansiedad causada por los pensamientos obsesivos y pueden resistir los impulsos compulsivos.


Los estudios realizados y la práctica diaria demuestran que la E.P.R. es una terapia muy exitosa para la mayoría de los pacientes que la completan. Para que el tratamiento sea exitoso, es importante que el terapeuta esté totalmente capacitado para dirigir este tipo específico de terapia. También es útil que el paciente esté muy motivado y tenga una actitud positiva y determinada.


Los efectos positivos de la E.P.R. perduran una vez que el tratamiento ha terminado. Un estudio realizado en 1996 indicó que de más de 300 pacientes con T.O.C. que fueron tratados con E.P.R., un 76% todavía mostraba un aligeramiento significativo en el lapso comprendido entre los 3 meses y los 6 años posteriores al tratamiento (Foa y Kozak, 1996). Otro estudio encontró que el incorporar componentes de prevención de recaída en el programa de tratamiento, junto con sesiones de seguimiento después de terapia intensiva, contribuye al mantenimiento de la mejoría (Hiss, Foa y Kozak, 1994).


Una vez que se haya avanzado en la E.P.R. se suele pasar a la Terapia cognitiva-conductual, también muy efectiva para este trastorno. Esta terapia hace énfasis en cambiar las creencias y esquemas de pensamiento del enfermo de T.O.C.


La búsqueda continua de causas, junto con investigaciones acerca del tratamiento, promete producir aún más esperanzas para personas con T.O.C. y sus familias.


Terapia de orientación psicoanalítica


Una psicoterapia psicoanalítica es una opción para tratar el T.O.C.[cita requerida] Ésta debe dar énfasis a indagar el origen por medio de asociaciones propias del paciente de sus obsesiones y compulsiones.




Freud tuvo un caso emblemático de un paciente que llamó de "Neurosis Obsesiva", denominado El hombre de las ratas. En este caso se veía que sus compulsiones y obsesiones tenían elementos que se repetían a nivel
inconsciente desde la homofonía de palabras o de situaciones relacionadas a la historia familiar del individuo.


La mirada psicoanalítica es una forma interesante de entender este trastorno. Aunque el terapeuta debe mantener un buen encuadre para evitar que interpretaciones apresuradas puedan inducir en el paciente una conducta obsesiva que trate de buscar el origen del problema mediante asociaciones forzadas por parte del terapeuta, generando una suerte de "asociacionismo obsesivo-compulsivo".


El psicoanálisis es totalmente innovador y particular en sus posicionamientos frente a las patologías neuróticas. En primer lugar existe, desde la teoría freudiana, el supuesto básico del "conflicto psíquico" en donde el sujeto, en este caso neurótico obsesivo (la expresión neurosis obsesiva está descartada hoy en día por la Psicología y la Psiquiatría), genera síntomas como satisfacciones sustitutivas a los deseos reprimidos. El yo del neurótico queda avasallado por el conflicto entre los mandatos y las reglamentaciones superyoicas y su inconsciente. De esta forma, lo inconsciente sólo puede aflorar mediante formaciones de compromiso que conforman los síntomas obsesivos.


El psicoanálisis, más allá de los aprietos y los apuros presentes en la nueva forma de vida vertiginosa de las sociedades consumistas, es una experiencia de liberación, de solución del conflicto que hace sufrir y padecer al sujeto. Freud alguna vez dijo que el objetivo del psicoanálisis es transformar el padecimiento neurótico en una infelicidad común, y de eso se trata.


El tratamiento psicoanalítico ha mostrado su efectividad en casos de neurosis obsesivas. En el famoso caso de Freud publicado como A propósito de un caso de neurosis obsesiva se encuentra el análisis y la solución de una serie de síntomas obsesivos de caracter cada vez más grave.


La terapia psicoanalítica no está validada para el TOC. En muchos casos se cree es contraproducente. Tambien sa han dado casos en que la persona afectada con t.o.c. cree escuchar sonidos de chicharras y animales zumbando en sus oidos.


 Frecuencia del T.O.C.


Este trastorno de ansiedad es más frecuente de lo que se creía hace algunos años. Se calcula que el 2% de la población tiene T.O.C. [cita requerida] (quizás durante un breve periodo de su vida, o de forma crónica), en esta cifra se incluye la estimación de pacientes que encubren sus síntomas y todavía no han sido diagnosticados. Eso significa que el T.O.C. es más frecuente que la esquizofrenia o la anorexia. En el mundo hay más de cien millones de personas con esta enfermedad. [cita requerida]


Los pacientes con este trastorno suelen esconder sus síntomas durante mucho tiempo. Es importante evitar que los pacientes tarden tanto tiempo en solicitar ayuda médica, por lo que se hace necesario tomar conciencia sobre el diagnóstico del T.O.C. y la disponibilidad de tratamientos eficaces.

Fuente:
Wikipedia.org